1-
LA FUNCIÓN DEL SACERDOTE ES HACER PRESENTE LA
LUZ DE LA PALABRA DE DIOS, LA LUZ QUE ES CRISTO MISMO EN ESTE MUNDO NUESTRO.
2- El
Señor Jesús es Sumo Sacerdote y, como tal, intercede por nosotros (Romanos
8:34; Hebreos 7:25,26). Tal Sumo Sacerdote es perfectamente capaz de ayudar a
aquellos que son tentados (Hebreos 2:18) debido a que Él ha tomado forma de
hombre y, en consecuencia, ha venido a ser “semejante a Sus hermanos”. El Señor
es absolutamente capaz de simpatizar con nosotros en nuestras pruebas y
dificultades porque Él “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado” (Hebreos 4:15). Él conoce perfectamente nuestras debilidades y se
compadece de ellas: hambre, sed, cansancio.