La cigarra era feliz
disfrutando del verano:
El sol brillaba, las flores desprendían su aroma...y la cigarra cantaba y
cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día
entero trabajando, recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar?
Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a
la hormiga.
- Mejor harías en recoger provisiones para el invierno
y dejarte de tanta holgazanería – le respondía la hormiga, mientras
transportaba el grano, atareada.