LEYES DEL CAMBIO QUÍMICO


La estequiometría se basa principalmente en dos leyes, la ley de conservación de la masa y la ley de las proporciones definidas o constantes. Estas leyes nos ayudan a tener un conocimiento exacto de los procesos estequiométricos.

Leyes de la conservación de la masa
La ley de conservación de la masa o ley de Lomonósov-Lavoisier es una de las leyes fundamentales en todas las ciencias naturales. Fue elaborada independientemente por Mijaíl Lomonósov en 1745 y por Antoine Lavoisier en 1785. Se puede enunciar como «En una reacción química ordinaria la masa permanece constante, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa obtenida de los productos».Una salvedad que hay que tener en cuenta es la existencia de las reacciones nucleares, en las que la masa sí se modifica de forma sutil, en estos casos en la suma de masas hay que tener en cuenta la equivalencia entre masa y energía. Esta ley es fundamental para una adecuada comprensión de la química. Está detrás de la descripción habitual de las reacciones químicas mediante la ecuación química, y de los métodos gravimétricos de la química analítica.
Ley de las proporciones definidas
La ley de las proporciones definidas es una de las leyes estequiométricas, según la cual «cuando se combinan dos o más elementos para dar un determinado compuesto, siempre lo hacen en una relación de masas constantes». Fue enunciada por Louis Proust, basándose en experimentos que llevó a cabo a principios del siglo XIX por lo que también se conoce como Ley de Proust.
Para los compuestos que la siguen, por tanto, la proporción de masas entre los elementos que los forman es constante. En términos má??os modernos de la fórmula química, esta ley implica que siempre se van a poder asignar subíndices fijos a cada compuesto. Por ejemplo, la fórmula química del agua es H2O, lo que indica que cuando el hidrógeno y el oxígeno gaseosos se combinan para dar agua, la proporción de combinación es siempre de 2:1.
Hay que anotar que existe una clase de compuestos, denominados compuestos no estequiométricos (también llamados berthólidos), que no siguen esta ley. Para estos compuestos, la razón entre los elementos pueden variar continuamente entre ciertos límites. Un ejemplo clásico es el del óxido de titanio, TiO, que presenta composiciones variables entre Ti0.74O y Ti1.67O dependiendo de la presión del oxígeno gaseoso usado al preparar el material. Naturalmente, otras sustancias como las aleaciones o los coloides, que no son propiamente compuestos sino mezclas, tampoco siguen esta ley.