Cambios Políticos y económicos de La República Dominicana 1996 hasta Hoy


Cambios Políticos y económicos de La República Dominicana 1996 hasta Hoy
Leonel Antonio Fernández Reyna 
La política económica de Fernández siempre se ha enfocado en la macro y en sectores exteriores, lo que le ha quitado popularidad, ya que generalmente no se refleja en la micro. Centrándose en temas como infraestructuras, globalización, tecnología y dejando de lado sectores básicos como la salud (aumento salarial a médicos y enfermeras), la educación (arreglos de escuelas deterioradas y suplimiento) y los productos de primera necesidad, le ha merecido muchas críticas a su gobierno en el sector económico. Sumándole a esto la poca trasparencia que existe en el sector público administrativo en sus gobiernos. Además los cuantiosos préstamos internacionales a largo plazo.

Sector eléctrico
La política económica de Fernández en el sector eléctrico como sus antecesores desde Rafael L. Trujillo no ha sido capaz de resolver la problemática, sólo se la han pasado subsidiándolo.
En su primer gobierno (1996-2000) su política económica fue la privatización del sector lo que fue un total desacierto por parte de Fernández.
El no cobro a grandes masas de usuarios, la falta de penalización al robo de la energía y la relativa dependencia de hidrocarburos importados constituyen, entre otros elementos, las razones por la que República Dominicana no cuenta con un suministro estable de energía. A la vez, la energía suministrada es una de las más costosas de América.
En 2003 durante el gobierno de Hipólito Mejía el sector pasó a manos gubernamentales debido a que éste la volvió a comprar. En marzo de 2007 el empresariado dominicano pidió a Fernández que vuelva a privatizar el sector, ya que según ellos sería más factible combatir el robo de energía.
Deuda Externa
En el primer gobierno de Fernández (1996-2000) hubo una reducción significativa de la deuda externa de un 3.3% al pasar de US$3,807.3 millones a US$3,679.4 millones. En su segundo mandato (2004-2008) aumentó un 18.3% entre diciembre de 2004 (US$6,379.4 millones) y diciembre de 2007, cuando llegó a US$7,542 millones.

 Hipólito Mejía 2000-2002

Hipólito Mejía recibió en 2000 una economía que había crecido a una tasa promedio de 7.2% en los cuatro años precedentes, con una inflación promedio de 7.4%, y a septiembre creciendo 9.5%; sin embargo bastó un trimestre de esa administración para que la economía se desacelerara y a diciembre creció 5.8% y el año siguiente un anémico 1.8%, y en 2002 se produjo un crecimiento inorgánico de 5.8% gracias a la inyección de los US$1,100 millones de los bonos soberanos. Primera conclusión: el crecimiento se detuvo en los dos primeros años y la economía colapsó en los dos restantes.
La tasa de cambio en el periodo 1996-2000 aumentó de  13.85 pesos por dólar a 16.39, para un aumento de 18.33% en cuatro años (4.58% promedio anual). Sin embargo, ya en octubre de 2002 la tasa de cambio había saltado a 20.35 (aumento de 24.10% en apenas dos años) y a diciembre las cotizaciones superaban 21.5x1. En 2002 la inflación alcanzó 10.52% (desde 1992 no se registraba en el país una inflación de dos dígitos) con precio promedio del petróleo de US$26.17 el barril y precios estables de los commodities. Segunda conclusión: la estabilidad se perdió antes de las quiebras bancarias.
En los primeros dos años de Hipólito Mejía se produjo una desaceleración en el ingreso de divisas por concepto de turismo, exportaciones, se desplomó la inversión extranjera y los capitales comenzaron a fugarse y el resultado fue en 2002 un déficit global de la Balanza de Pagos por un monto de US$554.7 millones. Nunca se había registrado un resultado de esa magnitud, ni aun en 2008 (US$325 millones) con el grave choque de los precios se experimentó un saldo tan negativo para las reservas del BC. Tercera conclusión: antes de las quiebras bancarias se perdió la confianza en las autoridades.
En 2002, el año que marcó el inicio del colapso económico y social, el déficit fiscal del gobierno central fue equivalente al 2.2% del PIB (y tanto que hablan del actual déficit fiscal), el consolidado del sector público 2.6% del PIB y las tasas promedio a que los bancos múltiples prestaban ascendió en septiembre a 29%. Números rojos y todo antes de las quiebras bancarias.

 Danilo Medina Sánchez 2012-2016

Economía en la gestión presente

El gobierno saliente de Leonel Fernández dejó un déficit fiscal situado en 188 mil millones de pesos (casi 5 mil millones de dólares) lo que representa un 8,0% del Producto Interno Bruto (PIB), muy por encima de lo presupuestado. Inclusive, este déficit está a niveles superiores a los proyectados para países europeos en crisis como Grecia (6,7%),España (7%),o Italia.
Esta grave situación en las cuentas públicas, provocada por los excesivos gastos gubernamentales previos a la elección presidencial de mayo de 2012 para el beneficio de la candidatura oficialista, ha generado críticas por parte de diversos sectores de la sociedad, principalmente por el empresariado, la Iglesia, los medios de comunicación, los partidos políticos opositores y grandes segmentos de la sociedad civil. Este hecho ya había sido denunciado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), principal partido de oposición, durante la campaña electoral, cuando acusó al gobierno de acumular un déficit de 50 mil millones de pesos (casi 1 300 millones de dólares) durante el primer cuatrimestre del año,12 de pretender llevarlo hasta los 100 mil millones de pesos (unos 2 500 millones de dólares) y de planear una "supuesta reforma tributaria" para recaudar 112 mil millones de pesos (casi 2 900 millones de dólares); estas denuncias fueron desmentidas por el presidente del Senado y secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, quien calificó como una fábula la acusación de la Comisión Económica del PRD. El ex presidente Fernández se defendió atribuyendo el déficit a la crisis bancaria de 2003 (de este modo culpando al gobierno de Hipólito Mejía, 2000-2004), lo que provocó una ola de críticas hacia el expresidente.19 20 21
El gobierno de Medina ha propuesto aumentar diversos impuestos y crear otros nuevos para enfrentar el "hoyo" en las finanzas del Estado; con esta reforma, conocida como el "paquetazo" o el "danilazo", se pretende recaudar unos 235 mil millones de pesos (unos 6 mil millones de dólares); Esto ha sido rechazado por organizaciones populares y campesinas que piden que los responsables del déficit fiscal sean sancionados. No óbstate, según Pared Pérez la reforma es «más que inminente porque el gobierno necesita dinero», a la vez que añadió que a los sectores que piden no ser gravados que no se adelanten, ya que «todo dependerá del acuerdo que se haga con el Fondo Monetario Internacional».