(Santo Domingo, 27 de abril de 1845 - íd., 6 de abril de 1900) fue poeta, periodista, abogado y político, uno de los primeros y de los principales cultivadores del indigenismo en Hispanoamérica y uno de los máximos representantes del romanticismo dominicano.
Estudió en el Seminario de Santo Domingo con la dirección del presbítero Fernando Arturo de Meriño.
A los dieciséis años dio a conocer un soneto de carácter político en el que rechazaba la anexión de la República Dominicana por parte de España. Debido a su oposición al Gobierno de los Seis Años de Buenaventura Báez, José Joaquín Pérez vivió exiliado en Puerto Rico desde 1868 hasta 1874. A su retorno, ocupó importantes cargos públicos y políticos. Fue oficial mayor del Ministerio de lo Interior, Ministro de Relaciones Exteriores, diputado del Soberano Congreso Nacional, miembro de la Asamblea Constituyente, ministro de Justicia, Fomento e Instrucción Pública y magistrado de la Suprema Corte de Justicia. Colaboró con El Nacional (órgano de la sociedad La República), El hogar, La Revista Ilustrada, Letras y Ciencias y Lunes del Listín. Dirigió los periódicos La Gaceta Oficial, el Eco de la Opinión y El Porvenir. Presidió los primeros exámenes que se realizaron en la Escuela Normal de Santo Domingo para poner a prueba el sistema educacional de Eugenio María de Hostos y presidió la investidura de los primeros normalistas del país. En 1877 publicó su obra Fantasías indígenas, con la que inició el tratamiento de la cultura aborigen. Se le consideró «el cantor de la raza indígena». Hizo incursión en la novela con la obra Flor de Palma o la fugitiva de Borinquén, que se incluyó en la edición de 1877 de Fantasías indígenas.
A los dieciséis años dio a conocer un soneto de carácter político en el que rechazaba la anexión de la República Dominicana por parte de España. Debido a su oposición al Gobierno de los Seis Años de Buenaventura Báez, José Joaquín Pérez vivió exiliado en Puerto Rico desde 1868 hasta 1874. A su retorno, ocupó importantes cargos públicos y políticos. Fue oficial mayor del Ministerio de lo Interior, Ministro de Relaciones Exteriores, diputado del Soberano Congreso Nacional, miembro de la Asamblea Constituyente, ministro de Justicia, Fomento e Instrucción Pública y magistrado de la Suprema Corte de Justicia. Colaboró con El Nacional (órgano de la sociedad La República), El hogar, La Revista Ilustrada, Letras y Ciencias y Lunes del Listín. Dirigió los periódicos La Gaceta Oficial, el Eco de la Opinión y El Porvenir. Presidió los primeros exámenes que se realizaron en la Escuela Normal de Santo Domingo para poner a prueba el sistema educacional de Eugenio María de Hostos y presidió la investidura de los primeros normalistas del país. En 1877 publicó su obra Fantasías indígenas, con la que inició el tratamiento de la cultura aborigen. Se le consideró «el cantor de la raza indígena». Hizo incursión en la novela con la obra Flor de Palma o la fugitiva de Borinquén, que se incluyó en la edición de 1877 de Fantasías indígenas.