La importancia de la disciplina


Uno de los aspectos a considerar como prioritarios en la educación de los niños es la disciplina. La misma, debe transmitirse a lo largo de todo el año escolar, incluso en las vacaciones y en los campamentos, ya que proporciona estructura y coherencia al mundo interno de los más pequeños.


Las conductas se refuerzan o se modifican dependiendo de la edad de los hijos. Sin embargo, hay circunstancias que preocupan a la mayoría de los padres, especialmente en el período vacacional, como por ejemplo: la hora de dormir y de comer, divertirse, portarse bien y arreglar el cuarto, entre otras.

El hecho de que estén de vacaciones, no quiere decir que no se impartirán normas. Por el contrario, conviene continuar con la disciplina para manejar las conductas de forma sana y efectiva. De esta manera el resultado será la internalización de normas y valores que le permitirán al niño, deslizarse por la vida lo más fluidamente posible y ser felices.

En este sentido, para que los límites se establezcan efectivamente, es recomendable que tanto en el período escolar, las vacaciones y los campamentos, los adultos significativos que acompañan a los menores, sean capaces de llevar adelante la transmisión de un código de conducta para así mejorar la convivencia.

En ocasiones sucede que los padres se manejan con conductas de satisfacción inmediata a las peticiones y esto trae como consecuencia que los hijos no aprendan a esperar, a autorregularse, a madurar, a controlar los impulsos y a tener conciencia sobre sus propias acciones.

Recuerde que los límites le brindan a su hijo la oportunidad de sentirse parte de la familia y en los campamentos, les proporciona una sensación de pertenencia. Es por ello que a continuación hay una lista de sugerencias útiles para practicar a lo largo de todo el año:

• Enséñele a decir lo que se piensa y se siente, recuerde que usted es el principal modelo. Por ejemplo: “me molesta cada vez que salimos y quieres algo, hoy no tengo dinero para comprar juguetes, lo que quería era salir y pasarla bien juntos y compartir”.
• Ofrézcale una señal antes de salir. Ejemplo: “hoy tengo poco dinero, sólo vamos a comprar los alimentos que necesitamos”.
• Plantee alternativas: “entre esto y lo otro qué prefieres”.
• Invente alguna excusa: “estamos muy apurados”.
• Cambie el tema.
• Hágase el despistado.
• Puede aplazarlo de vez en cuando: “hoy no otro día”.
• Aplique el banco de niebla: “tu no lo necesitas, porque los demás lo hagan no tienes porque hacerlo tú también.”
• Escuche a sus hijos.
• No establezca luchas de poderes, los padres son los que mandan y no hay por qué sentirse culpable.
Estas son solo algunas sugerencias, recordando siempre que el amor, la firmeza y la constancia marcarán la diferencia.