El suelo es uno de los principales recursos
que brinda la naturaleza. La formación de los suelos depende de un largo y complejo proceso
continental.
Es lentamente renovable cuando se genera de manera permanente a través
de procesos naturales y por el manejo adecuado que los grupos humanos hacen del
mismo.
Es no renovable cuando en un espacio de terreno, el promedio de erosión
superficial supera su tasa de generación, es decir cuando es más rápida la
destrucción que la renovación.