El lobo estepario (Hermann Hesse)


Harry Haller tiene alrededor de cincuenta años y vive en Basilea completamente solo. Allí alquila una pequeña habitación y emplea todo su tiempo a la lectura, la buena música, el vino y el tabaco. Este personaje huraño, solitario y desconfiado se comporta como un perfecto licántropo compuesto por dos naturalezas: una humana y otra lobuna. 

Mientras Harry vivía sumido en este universo de lecturas y aislamiento, un día se encuentra a su profesor de juventud, quien le invita a cenar con su esposa. Haller acepta la propuesta de forma dudosa, ya que temía la posibilidad de fraternizar con otro ser humano. Tras esto ratifica su intento de individualidad y aislamiento y, desorientado, llega a un bar y conoce a una muchacha que muestra interés por él. Esta chica, llamada Armanda, mediante su astucia, lo saca del mundo en el que estaba sumergido y lo convence para que se adentre en ese ambiente alegre y placentero del que Harry siempre huía y empieza a sentir cariño por ella.

La obra concluye con varias escenas de un simbolismo espectacular. Harry se sumerge en el
universo de un gran teatro mágico donde al ver a Pablo, un saxofonista, y a su amiga Armanda enredados en el suelo por amor, Haller se siente descolocado y éste introduce su cuchillo en el pecho de la Armanda como símbolo de rechazo. Al observar tan cruel proeza, Pablo se incorpora y Harry será arrestado y juzgado por la justicia. Tras ser juzgado Harry despierta de este sueño, de esta terrible alucinación que él mismo se había causado.

Harry aniquila lo que más ha querido, la vida misma. Este final de la obra deja claro el desdoblamiento de personalidad que Harry va arrastrando a lo largo de la novela: a veces lobo, a veces Harry. El protagonista ha transformado la comedia de la existencia en un trágico e increíble drama.