Las fechas en las que se escribieron los Evangelios, tanto los Sinópticos
como el Evangelio de San Juan, son fechas aproximadas sobre las que no hay un
consenso definitivo. El propósito de los Evangelios no es dar fechas y
datos exactos de los acontecimientos que estaban sucediendo o que iban a
suceder sino más bien presentar a la Persona del nuestro Señor Jesucristo como
el Mesías esperado, el Salvador, el Redentor. Cada Evangelista escribió
pensando en un público particular, pero El Espíritu Santo que los movía a
escribir quiso que fuesen para todos los hombres de todos los tiempos.
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Fue el primer Evangelio en ser escrito. La fecha exacta de cuando fue
escrito no se tiene con certeza. San Ireneo, uno de los Padres de la
Iglesia, en su libro "Contra las Herejías" escribió que el evangelio
de San Marcos fue escrito después de la muerte de San Pedro y de San Pablo. San
Clemente de Alejandría pensaba que se escribió antes de la muerte de San Pedro,
muerte que ocurrió en el año 64 d.c. El capítulo 13:5-17, conocido como
el "pequeño Apocalipsis" indica el conocimiento de eventos que llevaron
a la guerra de los Judíos contra los Romanos (66-77 d. c.), pero no muestra un
claro conocimiento de la caída de Jerusalén en el año 70 d.c. La mayoría
de los estudiosos piensan que el evangelio fue escrito poco antes de la caída
de Jerusalén y probablemente entre los años 65-75 d.c.
Este evangelio fue escrito para cristianos gentiles; así lo demuestra al
traducir vocablos arameos y explicar costumbres Judías. El uso de
latinismos y de la alusión a Rufo y Alejandro (15:21) indica que los
destinatarios fueron los cristianos gentiles de Roma, siendo así que ese Rufo
es probablemente el citado en la Carta a los Romanos 16:13. También se deja
entrever que los destinatarios de este evangelio pertenecen a una comunidad
amenazada por la persecución, lo cual cuadra con la Roma de los tiempos de
Nerón.
BIOGRAFIA DE SAN MARCOS
Autor del segundo Evangelio (el primero en escribirse), San Marcos es judío
de Jerusalén. A veces el Nuevo Testamento lo llama Juan Marcos (Hechos 12,12).
Acompañó a San Pablo y a Barnabás, su primo, a Antioquia y en el primer viaje
misionero de estos. (Hechos 12, 25). Se separó de ellos en Perga y
regresó a su casa. (Hechos 13,13). No sabemos las razones por las que San
Marcos de esa separación pero si sabemos que causó una separación posterior
entre San Pablo y Barnabás, cuando San Pablo rehusó aceptar a San Marcos como
compañero en el segundo viaje misionero. Barnabás se enojó tanto que
rompió su asociación misionera con San Pablo y se fue a Chipre con Marcos
(Hechos 15,36-39). Años mas tarde San Pablo y San Marcos volvieron a unirse en
un viaje misionero.
San Marcos también se unió estrechamente con San Pedro, posiblemente siendo
su intérprete. Juntos fueron a Roma. San Pedro por su parte se refería a San
Marcos como "mi hijo" (1P 5,13).
La mayor contribución de San Marcos es el segundo Evangelio. Se debate la
fecha de su origen, quizás fue en la década 60-70 AD. San Marcos escribió en
griego con palabras sencillas y fuertes. Por su terminología se entiende que su
audiencia era cristiana. Su Evangelio contiene historia y teología. Evangelizó
y estableció a la Iglesia en Alejandría, fundando allí su famosa escuela
cristiana.
Murió mártir el 25 de abril del 68 AD aprox. en Alejandría y sus reliquias
están en la famosa catedral de Venecia.
EVANGELIO
SEGÚN SAN MATEO
Este
evangelio fue escrito después del evangelio de San Marcos y muchos piensan que
San Mateo utilizó al evangelio de San Marcos como una fuente. La fecha
aproximada es entre 64-110 d.c. Ya este evangelio era conocido por San Ignacio
de Antioquia. Pudo haber sido escrito en Palestina. Sus destinatarios son
comunidades compuestas por judeocristianos, conocedores de la Escritura, la
cual es citada en unos 130 versículos, y que siguen respetando la Ley ("no
penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas" Mt 5:17). Sin
embargo, son unas comunidades que se abren a los paganos y que se encuentran ya
en tensión con el judaísmo surgido en Yamnia después de la destrucción de
Jerusalén.
Ante las
comunidades perseguidas, Mt. presenta a Jesús como el que ha llevado a
cumplimiento todas las expectativas del A.T. Los cristianos ya han sido
expulsados de las sinagogas y son duros los ataques contra los fariseos puestos
en boca de Jesús (Mt. 23).
BIOGRAFIA DE
SAN MATEO, LEVI
San Mateo es
llamado también Levi, ambos nombres son de origen Judíos. El último lo obtuvo
antes de su conversión, el otro lo tomo después, para mostrar la renuncia a su
profesión y que era un hombre nuevo. Hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaun, en el
lago de Galilea.
Fue por
profesión un publicano, esto es un colector de impuestos para los Romanos.
Entre los Judíos, estos publicanos fueron más infames y odiosos porque esta
nación los miraba como enemigos de su privilegio de libertad natural que Dios
les había dado, y como personas manchadas por su conversación frecuente y
asociación con los paganos, y la esclavización sobre sus compatriotas. Los
Judíos los aborrecían universalmente, veían sus propiedades o dinero como
fortunas de ladrones, les prohibieron su comunión y participación en su actividades
religiosas, al igual que de todos eventos de la sociedad cívica y de comercio.
Tertuliano esta ciertamente equivocado cuando afirma que solo los gentiles
fueron empleados en este oficio sórdido como San Jerónimo demuestra en varios
pasajes de los evangelios. Y es cierto que San Mateo fue Judío, aunque un
publicano.
Su oficio
dice haber consistido particularmente en acumular costumbres de comodidades que
vinieron por el Genesareth o Tiberias, y un peaje que los pasajeros pagaban al
venir por agua; San Marco dice que San Mateo mantuvo su oficio de cobro de
peaje al lado del lago, donde el se sentaba. Jesús, habiendo últimamente curado
un paralítico famoso, salio de Cafarnaúm, y camino sobre los bancos del lago o
mar de Genesareth, enseñando las personas que le seguían. Aquí el observó a
Mateo que realizaba su trabajo de cobro de peaje a quien el llamo a venir y a
seguirle. El hombre era rico, disfrutaba de un sueldo lucrativo, era un hombre
sabio y prudente, y entendía perfectamente lo que seguir a Jesús le costaría.
Pero el no tuvo miramientos y dejo todos sus intereses y relaciones para
hacerse un discípulo del Señor. No sabemos si el ya estaba relacionado con la
persona o doctrina de nuestro Salvador, especialmente como estaba cerca de
Cafarnaúm, y su casa parece haber sido en la ciudad, donde Cristo había vivido
por algún tiempo, había predicado y hechos muchos milagros, por lo cual el
estaba en algún medido preparando a recibir la impresión que el llamado de
Jesús había hecho sobre el.
San Jerónimo
dice que un cierto aire de majestad brillaron en la continencia de Nuestro
Divino Redentor, y traspaso su alma y lo atrajo fuertemente. Este apóstol, a la
primera invitación, rompió todas ataduras; dejo sus riquezas, su familia, su
preocupaciones del mundo, sus placeres, y su profesión. Su conversión fue
sincera y perfecta. San Mateo nunca regreso a su oficio porque era una
profesión peligrosa, y una ocasión de avaricia, opresión, y extorsión. San
Mateo, al convertirse, para mostrar que no estaba descontento con su cambio,
pero que lo miraba como su mas gran felicidad, entretuvo a Nuestro Señor y sus
discípulos en una gran comida en su casa a donde invito sus amigos,
especialmente los de su ultima profesión, como si esperaba que por medio de la
divina conversación de Nuestro Salvador, ellos también quizás sean convertidos.
Después de la ascensión de Nuestro Señor, San Mateo predicó por varios años en
Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Un poco
antes de la dispersión escribió su evangelio, o pequeña historia de Nuestro
Bendito Redentor. Que la compilo antes de su dispersión aparece no solo porque
fue escrito antes de los otros evangelios, sino también el Apóstol Bartolomé se
llevo una copia con el a la India, y la dejo allí. San Mateo escribo su
evangelio para satisfacer los conversos de Palestina. El Evangelio de San Mateo
desciende a un detalle mas particular y completo en las acciones de Cristo que
los otros tres, pero desde el Capitulo V al XIV el frecuentemente se distingue
de los otros en la serie de su narrativos, ignorando el orden del tiempo, para
que esas instrucciones que tienen mas afinidad una con la otra, estén
relacionadas juntas. Este evangelista mas bien enfoca sobre las lecciones de
moralidad de Nuestro Salvador, y describe su temporal o generación humana, en
que las promesas hechas a Abraham y David respecto al nacimiento del Mesías de
su semilla fueron realizados; tal argumento inducía de manera particular a los
Judíos para que creyeran en el. San Mateo, después de haber hecho una gran
cosecha de almas en Judea, fue a predicar la fe a las naciones bárbaras e
incivilizadas del Este. El era una persona muy devota a la contemplación
celestial y llevaba una vida austera, usando una dieta muy rigurosa; pues no
comía carne en vez satisfacía su apetito con hierbas, raíces, semillas. San
Ambrosio dice que Dios le abrió el País de los Persas. Rufinus y Sócrates nos
dicen que el llevo el evangelio a Etiopía, significando probablemente las
partes Sur y Este de Asia. San Paulino menciona que el terminó su curso en
Parthia. Venantus Fortunatus relata que el sufrió el martirio en Nudubaz, una
ciudad en esas partes. Dorotheus dice que el fue honorablemente enterrado en Hierapolis
en Porthia. Sus reliquias fueron traídas al Oeste, Papa Gregorio VII, en una
carta al Obispo de Salerno en 1080, testifica que fueron guardados en una
iglesia que tenia el nombre de la ciudad. Todavía están en este lugar.
Predicó
entre los judíos por 15 años, incluyendo posiblemente a los judíos de Etiopía,
Africa. Murió mártir.
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
El mismo evangelista nos dice en el prólogo de su Evangelio (Lc 1:1-4) que
utilizó otras fuentes para escribirlo. Muchos estudiosos hoy en día están
de acuerdo en que este Evangelio depende del Evangelio de San Marcos. Los
eventos le fueron transmitidos por testigos oculares de los mismos. Si
precisamos la fecha de San Marcos entre el año 65-75 d.c., entonces el
Evangelio de San Lucas debe ser escrito algún tiempo después. El tiempo
más probable es 80-85 d.c. Vemos también que San Lucas en el capítulo
21:5-38 conoce que Jerusalén ha sido destruida, así que escribió después del
año 70 d.c.. Además ni el Evangelio de San Lucas ni el libro de los Hechos
hacen mención de la persecución de los Cristianos en la última parte del
reinado de Domiciano (81-96 d.c.) Por éstos datos también apoyan que este
Evangelio fue escrito entre los años 80-85 d.c. Los comentadores bíblicos,
tanto antiguos como modernos, no pueden ponerse de acuerdo en cuanto al lugar
en que se escribió. Se sugieren Acaya, Roma y Asia Menor. Parece que le
escribe a una audiencia de origen gentil. San Lucas no relata las
preocupaciones Judías de sus fuentes (San Marcos) y ajusta las tradiciones
palestinas a la realidad de los gentiles helenos. Es muy posible que San
Lucas esté escribiendo para los Cristianos víctimas de la persecución judía
durante los comienzos de la reforma de Yamnia. Sin embargo la audiencia
predominante de San Lucas son los Cristianos-gentiles.
BIOGRAFIA DE SAN LUCAS
Autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles.
Lucas es de padres paganos, nacido en Antioquia, posiblemente fue esclavo,
médico y uno de los primeros en aceptar el Evangelio, que mas tarde el mismo
escribió. Según la tradición fue también pintor de la virgen.
Dirigió su mensaje a gentiles cristianos.
San Lucas viajó con San Pablo quién lo describe como "Lucas, el médico
querido" (Col 4,14). En uno de esos viajes se embarcaron desde
Troas a Fenicia. Otro viaje los llevó desde Fenicia a Jerusalén. Mas
tarde fueron juntos a Roma, en cuyo viaje sufrieron naufragio y otros peligros.
Según la mayoría de los expertos, San Lucas escribió alrededor del año 70,
probablemente durante los dos años que San Pablo estuvo preso en Cesárea
(Hechos 20, 21). Murió en Grecia y sus reliquias se encuentran en la Basílica
de Santa Justina, Padua, Italia. Estudios conducidos allí en 1998 concuerdan
con los datos sobre San Lucas conocidos por la tradición. Patrón de: artistas,
doctores, cirujanos, solteros, carniceros, encuadernadores, cerveceros,
escultores, notarios...
Representado con: libro, novillo alado, médico, pintando ícono de Nuestra
Señora.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
Hasta hace poco tiempo, se proponía una fecha tardía para este Evangelio,
aproximadamente entre los años 140-170 d.c. (Siglo II). El argumento que se
utilizaba más para apoyar esta fecha era el alto desarrollo de su
teología. San Juan representa una síntesis Cristológica muy elevada,
mucho más allá de la de los tres Evangelios Sinópticos o aún de San Pablo. Sin
embargo, el argumento más convincente en contra de esta fecha tan tardía fue el
descubrimiento del papiro llamado Rylands (en honor a quien lo
descubrió). Este es un fragmento de un código Egipcio que contenía
porciones del Evangelio de San Juan 18: 31-33 y 18:37-38. Algunos dicen que
este papiro es del año 135 d.c. Y si esto es así, un tiempo considerable
tuvo que haber transcurrido para que el Evangelio de San Juan fuera copiado y
circulado antes de que llegara a Egipto. Este Evangelio fue escrito probablemente
durante los últimos diez años del primer siglo de la era Cristiana,
posiblemente e el 95-100 d.c. San Juan escribió para personas conocedoras de la
cultura judía y al mismo tiempo en contacto con el pensamiento griego; además
se les pone en guardia frente al gnosticismo. Se trata de una comunidad
cristiana, probablemente la de Éfeso, que se encuentra amenazada en su fe.
En cuanto a la estancia del Apóstol San Juan en Efeso y en la isla de
Patmos, la tradición nos dice que vivió un tiempo en Jerusalén y pasó sus
últimos años en Éfeso. Se dice que hacia el año 95 d.c. San Juan fue desterrado
a la isla de Patmos durante la persecución de Domiciano. Esta isla queda a unos
100 Km de Éfeso. Más tarde durante el reinado de Nerva, hacia el año 96
d.c., le fue permitido regresar a Éfeso y vivió hasta el reinado de Trajano en
el 98 d.c. La fecha exacta de su muerte no se conoce; se sabe que fue el
último de los Apóstoles en morir y con él, como nos lo enseña la Iglesia,
terminó la Revelación Pública.
BIOGRAFIA DE SAN JUAN EL EVANGELISTA
El discípulo amado
SAN JUAN el Evangelista, a quien se distingue como "el discípulo amado
de Jesús" y a quien a menudo le llaman "el divino" (es decir, el
"Teólogo") sobre todo entre los griegos y en Inglaterra, era un judío
de Galilea, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, con quien
desempeñaba el oficio de pescador.
Junto con su hermano Santiago, se hallaba Juan remendando las redes a la
orilla del lago de Galilea, cuando Jesús, que acababa de llamar a su servicio a
Pedro y a Andrés, los llamó también a ellos para que fuesen sus Apóstoles. El
propio Jesucristo les puso a Juan y a Santiago el sobrenombre de Boanerges, o
sea "hijos del trueno" (Lucas 9, 54), aunque no está aclarado si lo
hizo como una recomendación o bien a causa de la violencia de su temperamento.
Se dice que San Juan era el más joven de los doce Apóstoles y que
sobrevivió a todos los demás. Es el único de los Apóstoles que no murió
martirizado.
En el Evangelio que escribió se refiere a sí mismo, como "el discípulo
a quien Jesús amaba", y es evidente que era de los más íntimos de Jesús.
El Señor quiso que estuviese, junto con Pedro y Santiago, en el momento de Su
transfiguración, así como durante Su agonía en el Huerto de los Olivos. En
muchas otras ocasiones, Jesús demostró a Juan su predilección o su afecto
especial. Por consiguiente, nada tiene de extraño desde el punto de vista
humano, que la esposa de Zebedeo pidiese al Señor que sus dos hijos llegasen a
sentarse junto a Él, uno a la derecha y el otro a la izquierda, en Su Reino. Juan
fue el elegido para acompañar a Pedro a la ciudad a fin de preparar la cena de
la última Pascua y, en el curso de aquella última cena, Juan reclinó su cabeza
sobre el pecho de Jesús y fue a Juan a quien el Maestro indicó, no obstante que
Pedro formuló la pregunta, el nombre del discípulo que habría de traicionarle.
Es creencia general la de que era Juan aquel "otro discípulo" que
entró con Jesús ante el tribunal de Caifás, mientras Pedro se quedaba afuera.
Juan fue el único de los Apóstoles que estuvo al pie de la cruz con la Virgen
María y las otras piadosas mujeres y fue él quien recibió el sublime encargo de
tomar bajo su cuidado a la Madre del Redentor. "Mujer, he ahí a tu
hijo", murmuró Jesús a su Madre desde la cruz. "He ahí a tu
madre", le dijo a Juan. Y desde aquel momento, el discípulo la tomó como
suya. El Señor nos llamó a todos hermanos y nos encomendó el amoroso cuidado de
Su propia Madre, pero entre todos los hijos adoptivos de la Virgen María, San
Juan fue el primero. Tan sólo a él le fue dado el privilegio de llevar
físicamente a María a su propia casa como una verdadera madre y honrarla,
servirla y cuidarla en persona.
Gran testigo de la Gloria del Maestro
Cuando María Magdalena trajo la noticia de que el sepulcro de Cristo se
hallaba abierto y vacío, Pedro y Juan acudieron inmediatamente y Juan, que era
el más joven y el que corría más de prisa, llegó primero. Sin embargo, esperó a
que llegase San Pedro y los dos juntos se acercaron al sepulcro y los dos
"vieron y creyeron" que Jesús había resucitado. A los pocos días,
Jesús se les apareció por tercera vez, a orillas del lago de Galilea, y vino a
su encuentro caminando por la playa. Fue entonces cuando interrogó a San Pedro
sobre la sinceridad de su amor, le puso al frente de Su Iglesia y le vaticinó
su martirio. San Pedro, al caer en la cuenta de que San Juan se hallaba detrás
de él, preguntó a su Maestro sobre el futuro de su compañero: «Señor, y éste,
¿qué?» (Jn 21,21)
Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te
importa? Tú, sígueme.» (Jn 21,22) Debido a aquella respuesta, no es
sorprendente que entre los hermanos corriese el rumor de que Juan no iba a
morir, un rumor que el mismo Juan se encargó de desmentir al indicar que el
Señor nunca dijo: "No morirá". (Jn 21,23).
Después de la Ascensión de Jesucristo, volvemos a encontrarnos con Pedro y
Juan que subían juntos al templo y, antes de entrar, curaron milagrosamente a
un tullido. Los dos fueron hechos prisioneros, pero se les dejó en libertad con
la orden de que se abstuviesen de predicar en nombre de Cristo, a lo que Pedro
y Juan respondieron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros
más que a Dios. No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y
oído.» (Hechos 4:19-20) Después, los Apóstoles fueron enviados a confirmar a
los fieles que el diácono Felipe había convertido en Samaria. Cuando San Pablo
fue a Jerusalén tras de su conversión se dirigió a aquellos que "parecían
ser los pilares" de la Iglesia, es decir a Santiago, Pedro y Juan, quienes
confirmaron su misión entre los gentiles y fue por entonces cuando San Juan
asistió al primer Concilio de Apóstoles en Jerusalén. Tal vez concluido éste,
San Juan partió de Palestina para viajar al Asia Menor.
Efeso
San Ireneo, Padre de la Iglesia, quien fue discípulo de San Policarpo,
quién a su vez fue discípulo de San Juan, es una segura fuente de información
sobre el Apóstol. San Ireneo afirma que este se estableció en Efeso
después del martirio de San Pedro y San Pablo, pero es imposible determinar la
época precisa. De acuerdo con la Tradición, durante el reinado de Domiciano,
San Juan fue llevado a Roma, donde quedó milagrosamente frustrado un intento
para quitarle la vida. La misma tradición afirma que posteriormente fue
desterrado a la isla de Patmos, donde recibió las revelaciones celestiales que
escribió en su libro del Apocalipsis.
Maravillosas revelaciones celestiales
Después de la muerte de Domiciano, en el año 96, San Juan pudo regresar a
Efeso, y es creencia general que fue entonces cuando escribió su Evangelio. El
mismo nos revela el objetivo que tenía presente al escribirlo. "Todas
estas cosas las escribo para que podáis creer que Jesús es el Cristo, el Hijo
de Dios y para que, al creer, tengáis la vida en Su nombre". Su Evangelio
tiene un carácter enteramente distinto al de los otros tres y es una obra
teológica tan sublime que, como dice Teodoreto, "está más allá del
entendimiento humano el llegar a profundizarlo y comprenderlo
enteramente". La elevación de su espíritu y de su estilo y lenguaje, está
debidamente representada por el águila que es el símbolo de San Juan el
Evangelista. También escribió el Apóstol tres epístolas: a la primera se le
llama Católica, ya que está dirigida a todos los otros cristianos,
particularmente a los que él convirtió, a quienes insta a la pureza y santidad
de vida y a la precaución contra las artimañas de los seductores. Las otras dos
son breves y están dirigidas a determinadas personas: una probablemente a la
Iglesia local, y la otra a un tal Gayo, un comedido instructor de cristianos. A
lo largo de todos sus escritos, impera el mismo inimitable espíritu de caridad.
No es éste el lugar para hacer referencias a las objeciones que se han hecho a
la afirmación de que San Juan sea el autor del cuarto Evangelio.
San Juan murió pacíficamente en Efeso hacia el tercer año del reinado de
Trajano, es decir hacia el año cien de la era cristiana, cuando tenía la edad
de noventa y cuatro años, de acuerdo con San Epifanio.