Origen de los idiomas según la biblia
Según la Biblia, en el relato del capítulo 11 del Génesis, hubo
un hombre llamado Nimrod, el cual quiso construir una enorme
torre que pudiese llegar hasta el cielo. Este hecho era contrario al propósito
de Yahveh.Para evitarlo Yahveh (Jehová)
"confundió el lenguaje de toda la gente que estaba allí para impedir que
sigan construyendo la torre, y así los esparció sobre la faz de la
tierra". Por eso la torre quedó con el nombre de Babel que significa confusión.
Ahora, pues, descendamos y confundamos
allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Génesis (11,7
La
Biblia nos dice que el lenguaje fue un don de Dios dado al primer hombre. Adán
no tiene que realizar todo un proceso de aprendizaje, pasando por etapas de
balbuceos, gritos o gruñidos, antes de pronunciar la primera palabra correcta,
sino que en el mismo acto creador le es infundida una lengua perfecta y
compleja.
Inmediatamente,
el padre de la humanidad es capaz de comprender órdenes verbales, de hablar con
su compañera, de poner nombre a todos los animales -los zoólogos saben bien lo
difícil que puede resultar esta labor- y de comunicarse con Dios.
Según el primer versículo
del capítulo 11 de Génesis, parece que “toda la tierra era de una
misma lengua...", pero esto no duró mucho; cien años después del diluvio
universal, el Creador efectuó un milagro de juicio.
Los
hombres se rebelan contra El, los descendientes de Noé no quieren obedecer el
mandato de Dios de "llenar la tierra" (9:1) y Dios tiene que actuar.
Confusión instantánea y total del primitivo lenguaje, para que no se pudieran
entender unos con otros y no tuvieran más remedio que dispersarse.
Historia
de los idiomas
Los idiomas, son los
sistemas de comunicación, que poseen los países y a veces las regiones y grupos
étnicos, los cuales en su totalidad, son sistemas verbales. O sea, todos los
idiomas que se pueden llegara a encontrar en nuestro planeta, son verbales. No
así, escritos, aunque por supuesto los idiomas más hablados o importantes si lo
son. Ya que no todos los idiomas que se llegan a hablar, poseen un sistema de
escritura formal. Esto ocurre generalmente, con los dialectos internos, de
algunos países del oriente y Oceanía.
Origen de los idiomas
Con
la invención de la escritura fue posible comenzar a registrar, para la
posteridad, datos e información. Cientos de textos bíblicos han sobrevivido
hasta nuestros días, lo que demuestra el cuidado de Dios para que Su Palabra se
preservara fielmente a través de la historia de la humanidad. (Primera Epístola
de Pedro 1:25).
Gracias
a ello, millones de personas en todo el mundo pueden leer, con las posteriores
traducciones, las Sagradas Escrituras en su propio idioma vernáculo, aunque la
Biblia no haya sido escrita en las lenguas actuales sino en otras muy antiguas,
ya que en su elaboración participaron personas provenientes de distintas épocas
y naciones.
Tres
son las lenguas originales en que fue escrita la Biblia: Hebreo, Arameo y
Griego.
•
Hebreo: la mayor parte
del Antiguo Testamento fue escrita en esta lengua, la de los descendientes de
Abraham. Una característica interesante para el mundo occidental es que este
idioma se lee en sentido inverso al que estamos acostumbrados, es decir, de
derecha a izquierda.
•
Arameo: partes del libro
de Daniel fueron escritas en esta lengua, muy parecida al hebreo, pues era el
idioma oficial durante el Imperio Persa. Se sabe que fue muy popular en la
región de Palestina, utilizada en el comercio y las relaciones diplomáticas,
hasta los tiempos del Nuevo Testamento. Asimismo, según algunos estudiosos, fue
hablada por Jesús. En la actualidad se usa en Malula, una aldea de Siria.
•
Griego: el Nuevo
Testamento fue escrito en el llamado griego común o popular, que era la lengua
que se hablaba durante ese período histórico en el Imperio Romano de Oriente.
Cuando
hablamos de traducción de la Biblia nos referimos a la totalidad de los libros
que la componen. Actualmente se puede decir que la Biblia está disponible en
más de 2,300 idiomas alrededor del mundo, sin contar las porciones y
testamentos que también han sido traducidos a cientos de dialectos.