La trama de la novela, estructurada en dos partes,
transcurre entre los habitantes de una olvidada aldea de pescadores en la costa
andaluza, Villamar, y los miembros de una de las más distinguidas familias de
la aristocracia sevillana.
La única comunicación que existe entre ambos
ambientes sociales es el traslado de los protagonistas de Villamar a Sevilla,
de manera que, con el cambio de escenario, se produce también un cambio en la
naturaleza de las costumbres, el habla de los personajes y la índole de sus
intereses. Puede afirmarse que la construcción ambiental de la novela es de
carácter polar: del escenario popular pasamos, sin transacción alguna, al
aristocrático, y de este regresamos a aquél para ver como el tiempo ha dado
cuenta de los afanes que movían al personaje central. Si los habitantes de
Villamar viven en la nostalgia de un pasado que, más que inmediato, pareceintemporal, y dan la impresión de integrar un mundo que se cierra sobre sí
mismo, los ociosos contertulios del palacio de la condesa de Algar, en cambio
viven en pleno presente, discuten sobre la actualidad y llegan a apasionarse
por ella.
Entre los personajes sevillanos, se encuentran Rita y Eloisa, quienes
representan, respectivamente, lo verdadero y lo falso del momento. Su
protagonista Marisalda, fue concebida como un ejemplo de las funestas
consecuencias que, para la mujer, implica el no respetar las prescripciones
morales de la sociedad, la petulancia y la hostil sinceridad de Marisalda, en
cambio, dan testimonio de la estrechez vital en que debía moverse la mujer de
la época.